una surgencia en exploración
En el "Sector Resurgencia" del Complejo Kárstico de Ojo Guareña (Burgos), se localizan tres importantes puntos de drenaje: Cueva de La Torcona, El Torcón y el Conjunto Surgente del Km 8. Estas surgencias unidas con el Sifón Terminal de la Galería del Aburrimiento de Ojo Guareña forman un eje de 3.090 m. La Torcona se unió al complejo en septiembre de 2005, dando lugar a una cavidad de 110 km. El Torcón, con 610m de desarrollo, todavía no ha sido conectado con este complejo subterráneo.
El pequeño lago de entrada que forma la surgencia de El Torcón, dista 750 m de La Torcana. Por él, las aguas de los ríos Trema y Cueva, que han horadado Ojo Guareña, ven de nuevo la luz.
En el mes de marzo de 2002, tras las gestiones realizadas por Roberto F. García, por entonces miembro del S.I.E. de Burgos, con los buceadores de la Comisión de Espeleobuceo de la Federación Madrileña de Espeleología, inician los trabajos de exploración en los sifones del sector resurgente de Ojo Guareña.
Las inmersiones comenzaron por el Torcón, de fácil acceso y donde los vehículos llegan a pie de sifón.
En un primer intento, los buceadores madrileños, equipados con dos botellas de 7 litros, colocadas en los costados, intentan desobstruir la entrada retirando los bloques que impiden el paso a través de una pequeña grieta situada a 5 m de profundidad, por donde mana el agua. Finalmente, Roberto Cano y Enrique consiguen acceder al interior de la cavidad sumergida, venciendo la fuerza del agua e iniciando la exploración de los primeros metros de galería.
Durante el verano y el otoño de 2002, Roberto Cano y Juanma Rodríguez realizan varias inmersiones, explorando 400 m de galerías, en dirección a la Cueva de La Torcona y hacia el manadero no penetrable del Conjunto Surgente Kilometro 8.
Martín Burgui, que se incorpora al equipo de buceadores, en varias inmersiones tomará el peso de la exploración siendo él quien realice las puntas.
El 11 de octubre de 2003, Martín realiza su última incursión en esta cavidad sin hacer topo. Martín trata de localizar los conductos que se dirigen hacia la Torcona, pero la turbidez del agua, la estrechez de los conductos y la fuerza de la corriente limitan su progresión, alcanzando 410 m de recorrido en dirección hacia La Torcona.
Con estos resultados, el desarrollo total de la cavidad queda fijado hasta la fecha en 610 m, con una profundidad máxima de 18m. La surgencia continúa, pero los angostos conductos parecen no motivar a los buzos a seguir explorando por el momento.
Para la elaboración de este artículo se han utilizado, planos e información, obtenidas de libros y revistas publicadas por la Excema. Diputación Provincial de Burgos, en las cuales Roberto F. García, autor de este blog.