20060606

EL POZO SAN VICENTEUna surgencia a orillas del Ebro, relacionada hídricamente con la Torca de La Nava.

Por: Roberto F. García


A pocos metros de la orilla del río Ebro y en el municipio burgalés de Pesquera de Ebro, se abre el Pozo San Vicente. Este manadero fue explorado por primera vez por el buceador británico Ruper Skorupka. En la actualidad, buzos españoles llevan el peso de la exploración, donde han alcanzado los 390 m de desarrollo y 69 m de profundidad.


La pista que nos conduce desde Pesquera a Cortiguera, hace mención a este sifón "Camino del Pozo" y ésta pasa unos siete metros por encima del Pozo San Vicente, donde se pueden ver las antiguas ruinas del molino de Vicente.

Su charca, con unas dimensiones de 18 m x 8 m, fluctúa de nivel según las precipitaciones. En época de crecidas, el agua rebosa y encañonándose entre los muros de piedra del molino, se precipita con violencia en busca del Ebro.



A primeros del año 2000, el buceador británico Rupert Skorupka realiza la primera inmersión. Para ello, tiene que abrirse paso con gran esfuerzo quitando los bloques que impedían el acceso.

CAMPAÑA 2004
En agosto, el espeleobuceador Álvaro Subiñas (Subi) y sin saber que Rupert había estado allí, realiza una incursión, para lo cual tiene que desobstruir de nuevo la angosta entrada. Subi encuentra el nivel del agua a - 3 m de la cota de rebosamiento. En esta inmersión, se progresa 30 m / -14 m en un conducto de 3,5 m de alto x 2,5 m de ancho, en cuyo suelo se encuentran algunos bloques y sedimento. Subi localiza la línea muy deteriorada de Rupert y un carrete de hilo guía.Un mes después, Rupert explora 80 m de conducto, dejando la inmersión tras descender una rampa de arena, atando el hilo guía a un bloque donde deja su carrete de hilo a - 30 m. Rupert, informado por un lugareño de la presencia de otros buzos, se pone en contacto con Roberto F. García, para intercambiar información.El 14 de noviembre, los buzos J. Guarro, Subi, J.Lusarreta y J.Miguel, pertenecientes a los colectivos: G. E. Gorfoli, Ensame Aguarón, S.I.E . S.E. Lenar, G.Tritón, Ur-Sub, Club Izurde y S.I.E. de Burgos, se desplazan a este sifón, pero las precipitaciones caídas días atrás hacen que la surgencia entre en carga. A pesar de este factor, José Miguel y Subi se sumergen con una visibilidad de un metro. J.Miguel llegó a la punta de Rupert (80 m / -30 m), pero por las malas condiciones y la imposibilidad de poder hacer la cartografía de la cavidad por falta de visibilidad, decide no seguir avanzando y posponer la inmersión para mejores condiciones.

En esta inmersión, se alcanzan los - 33 m, cota que discrepa con la de Rupert de - 30 m, al estar el nivel del agua en esta ocasión más alto.

El 20 y 21 de noviembre, Josep Guarro y José Miguel Castillo, aprovechando un ligero descenso del nivel del agua y la mejora de visibilidad desde su anterior inmersión, realizan dos nuevas incursiones consecutivas en la que se alcanzan 165 m de progresión y 54 m de profundidad. También participan J. Lusarreta y Subi, como equipo de superficie.
El día 18 de diciembre y después de la última inmersión, donde se dejó la exploración en una rampa de arena a 165 m / - 54 m, con grandes posibilidades de seguir descendiendo, José Castillo se equipa con mezcla Trimix 18/35, con la intención de alcanzar los 70 m de profundidad.
Subi, Dani Santamaría y Amaia Olaya le acompañan hasta - 21 m, donde le dejan una botella de Nitrox 50 para la descompresión. José continúa bajando hasta - 54 m y empalma un nuevo hilo guía a la línea. La sorpresa de José es que el conducto deja de ganar profundidad a - 57 m, donde se localiza una pequeña sala en forma de "Y" con un gran bloque en el centro, de donde parten dos galerías. En el ramal izquierdo no se encuentra continuación aparente y en el ramal derecho la visibilidad es prácticamente nula y no se descarta que en el techo pueda aparecer alguna chimenea. José regresa a la superficie con visibilidad cero desde los - 50 m. La exploración queda detenida en 200 m / - 57 m.





CAMPAÑA 2005

A finales de mayo, tras un invierno de nevadas y una vez que las aguas han vuelto a su cauce, los buceadores Dani y Amaia continúan con la exploración. En esta ocasión, el sifón se encontraba bajo de nivel. La visibilidad era buena, pero mermada por el color oscuro de la roca que absorbe la luz de las linternas de los buzos.


Dani y Amaia llegaron hasta 200 m / - 57 m, punto donde se dejó la anterior inmersión, y gracias a una mayor visibilidad, descubren que el conducto principal se ramifica en angostas galerías, algunas de sección meandriforme que giran a izquierda y derecha en dos niveles.
Tras tender 15 m de hilo guía por uno de los ramales y apreciando que no era el más importante, deciden explorar otro, el cual tampoco progresa con la suficiente amplitud. Tras estos intentos y apremiados por la deco, los buzos deciden regresar a la superficie.

A primeros de junio, el buzo Martín Burgui (Club Izurde), al corriente de las exploraciones anteriores de sus compañeros, realiza una inmersión de toma de contacto, tratando de localizar la continuación de la galería a partir de la sala en la que quedaron varias incógnitas.

Durante el verano de 2005 los espeleobuceadores Martín, Subi, Amaia, Dani, Oscar, J. lusarreta y Luis Guerra prosiguen con las exploraciones.




CAMPAÑA 2006
En junio, Martín accede hasta la sala para depositar una botella de Trimix que le sirva de etapa para continuar al día siguiente con la exploración de punta. Después se sumergen hasta el laminador Subi y Oscar Carrión, para ver si este último, con sus botellas a la espalda, consigue entrar en la cavidad. Ante la imposibilidad de franquear el paso, desiste y Subi se queda durante 50 minutos agrandando aún más el acceso.
Al día siguiente, Martín desciende con una botella de etapa hasta el fondo. Una vez que Subi ha dejado las botellas de Oxígeno y Nitrox 50 a - 6 m y a - 21 m, respectivamente, recoge su botella de etapa de Trimix hasta agotar el tercio y continúa con las botellas laterales, con mezcla de fondo, alcanzando en su exploración los 305 m de avance, con una profundidad máxima de 70 m.
A su regreso, Martín toma datos de rumbo, metros y profundidad desde los 245 m hasta los 110 m, enlazándola así con la anteriormente topografía realizada por J. Guarro y J.M. Castillo. Subi llega a - 40 m, entre grandes nubes de turbidez, debidas al paso de Martín y acompaña a éste durante la descompresión, ayudándole con el trasiego de botellas de etapa por el laminador.

A pesar de las múltiples desobstrucciones para acceder a la cavidad, la entrada sigue siendo angosta para entrar con las botellas a la espalda, por lo que se hace necesaria la configuración lateral.

Finalmente en junio, Martín, apoyado por Oscar, deja la punta a 390 m, alcanzando los 69 m de profundidad.
La galería, entre los 250 m y los 390 m, es amplia pero a los 390 m se vuelve a estrechar. En esta última inmersión, no se ha visto una clara continuación, quizás una estrecha ventana con sedimento podría ser el camino a seguir.
En septiembre, Dani y Amaia localizan una bifurcación a 185 m de distancia de la entrada, que vuelve a conectar con la galería principal diez metros más adelante. Tambien encuentran una chimena a - 24m, en su exploración el lodo depositado en las difrentes repisas de este conducto vertical, se precipita cegando por completo al buceador, haciéndole retroceder. En otra incursión Álvaro Subiñas explora esta chimena de unos 2m diámetro, que se cierra a la cota de -11m.
En otras incursiones se ha explorado una nueva lateral, esta ubicada a 335 m, la cual se bifurca a derecha e izquierda.
El ramal izquierdo con una visibilidad de apenas 30 cm y de pequeña sección, vuelve a salir a la galería principal. La lateral derecha, también de sección angosta termina cerrandose.
Ahora queda pendiente la topografía de todo lo nuevo descubierto y no plasmado en el plano realizado por Josep Guarro y Jose Miguel Castillo.
Febrero de 2010, coloración en la Torca de La Nava
Con la finalidad de verificar la relación hidrológica de la Torca de La Nava con el Pozo San Vicente y con otras surgencias de la zona, varios miembros del Grupo Espeleológico S.DOS.S (Burgos) realizaron el pasado día 20 de febrero de 2010, aprovechando las fuertes precipitaciones caídas, una coloración con fluoresceína. Se emplearon 800g de este colorante inocuo, vertiéndolo por el arroyo que se precipita a esta torca de 131m de profundidad, ubicada a 990m de altitud en la Nava de Dobro ( Burgos) y a unos 5.000m de distancia del Pozo San Vicente
El día 23 de febrero, transcurridas 40 h desde su colocación, se recogieron los fluocaptores, dando positivo en El Pozo San Vicente. El desnivel entre las bocas de entrada de estas dos cavidades es de 340m. La cota de profundidad máxima alcanzada en El Pozo San Vicente es de 69m. Estos estudios ayudan al mejor conocimiento de la circulación hídrica en la zona de los Altos de Dobro (Páramo de Masa).

Plano de situación, facilitado por G.E.S.DOS.S.
El G. E. S.DOS.S realizará una revisión en la Torca de La Nava con el fin de localizar la continuidad de lo que puede ser una red subterránea de más de 400m de profundidad.

En la actualidad también se realizan los preparativos de una nueva campaña de exploración en este sifón que se abre a la orilla del río Ebro, por parte del equipo que explora a su vez El Pozo Azul y las cavidades del Karst de Orbaneja del Castillo - Bricia.
Más información.
Fotografías: Mercedes Hernando, Josep Guarro, Roberto F. García y Grupo Espeleológico S.DOS.S
Información facilitada: Dani Santamaría, Amaia Olea, Álvaro Subiñas, Rupert Skorupka, J. Guarro, J.M. Castillo, Javier Lusarreta, Martín Burgui y Javier Tamayo.